El funeral de Estado reunió a presidentes, primeros ministros, reyes, príncipes y cientos de miles de personas que despidieron a la monarca.
Las calles de Londres se vistieron de solemnidad, símbolos y gestos hacia la realeza en el primer funeral de Estado desde el que tuviera el primer ministro Winston Churchil en 1965.
En total fueron 11 días de ceremonias desde que el 8 de septiembre se comunicara oficialmente el fallecimiento de la Reina Isabel II a los 96 años de edad, el número de veces que sonaron las campanas previo al servicio funerario. También fueron 142 marineros de la Armada Inglesa los que tiraron del carro de armas con el ataúd de la reina hasta la Abadía de Westminster. Luego de llevar el féretro al interior de la iglesia, unas dos mil personas participaron de la ceremonia.
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden y el el de Francia Emmanuel Macron, fueron algunos de los 50 jefes de estado y de gobierno que asistieron a la ceremonia. Pero uno de los que más llamó la atención fue el rey emérito de España, Juan Carlos, quien apareció por primera vez en público junto a su hijo y esposa desde que dejó España en medio de escándalos financieros y líos amorosos. Esto le podría traer problemas con el gobierno de su país, que había pedido expresamente que no asistiera al funeral.
En representación del gobierno de Chile, viajó a Inglaterra la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, quien participó en las ceremonias oficiales y fue invitada a una cena donde participó el Rey Carlos III.
“Para Chile, Inglaterra es un país amigo, con quien hemos tenido una relación bilateral histórica (…) es muy importante manifestar nuestro pesar por la muerte de la Reina Isabel II, ella sin lugar a dudas, más allá de lo que se pueda opinar de las monarquías, ha sido un personaje histórico en la historia del siglo XX, no solo de Inglaterra, sino que de Europa y todo el mundo occidental y por eso estamos acá hoy día”, aseguró la Canciller Chilena.
Este lunes fue declarado feriado nacional en Inglaterra en honor a la fallecida reina y se estima que más de dos millones de personas estuvieron en el centro de Londres para participar del funeral de la monarca.
Finalmente, el ataúd de la Reina fue envuelto en el Estandarte Real y fue bajado a la bóveda real de la Capilla de San Jorge, donde descansan sus restos mortales junto a los de su esposo, padres y hermana en el George VI Capilla Memorial.