Miles de israelíes se manifestaron en las calles de todo el país en protesta por lo que consideraban un abuso de poder del gobierno.
Masivas manifestaciones, represión de las policías y hasta la caída de un ministro. Todo eso debió ocurrir para que el Primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu cediera ante la presión y finalmente bajara su polémica reforma a la justicia, donde pretendía influir en la designación de los magistrados, entre otros cambios.
La crisis política y social en Israel crecía día a día y las protestas en las calles de Jerusalén se hicieron costumbre.
Este fin de semana se agudizó el conflicto luego de que el primer ministro Ben Benjamín Netanyahu pidiera la renuncia del titular de Defensa, Yoav Gallant, luego de que este pidiera públicamente frenar la reforma judicial, la primera voz crítica dentro del Gobierno, lo que desató nuevas manifestaciones masivas en todo el país.
Netanyahu se manifestó a través de las redes sociales haciendo un “llamamiento a todos los manifestantes de Jerusalén, de derecha e izquierda, para que se comporten con responsabilidad y no actúen con violencia. Somos gente fraterna”.
La respuesta vino del propio presidente de Israel, Isaac Herzog, quien emplazó a Netanyahu a “actuar con responsabilidad y valentía” y detener “de inmediato” el proceso legislativo de la polémica reforma judicial que divide al país.
En la movilización del domingo, los manifestantes ocuparon una gran avenida que cruza Tel Aviv y montaron barricadas y fogatas. La policía respondió disparando cañones de agua.