La iniciativa es por control fronterizo del país altiplánico, pero países vecinos dicen que es con fines de inteligencia.
Por Sebastián Muñoz Soriano
El pasado 20 de julio, los gobiernos de Bolivia e Irán, mediante sus ministros de Defensa, Edmundo Novillo y Mohammad Reza Gharaei Ashtiani, respectivamente, reafirmaron la alianza que sostienen mediante la firma de un memorando de cooperación bilateral de seguridad y defensa –herencia de Evo Morales–, la que acordó el intercambio de litio por tecnología iraní para fortalecer el control territorial y fronterizo, con tal de combatir el narcotráfico en los ríos de Bolivia.
Además, el país islámico advirtió que se encuentra listo para apoyar al Estado del altiplano para combatir las vulneraciones o hackeos de información a sus instituciones, al que incluye las Fuerzas Armadas.
En la visita de Novillo a Medio Oriente, explicó que “Irán nos mostró el desarrollo de drones porque les manifestamos que tenemos geografía montañosa y alta. En ese entendido, contestaron que esta tecnología podría satisfacer el requerimiento planteado”. Por eso consideró que su implementación colaborará con la “Armada”, ya que “se incautó droga y se le entregó a la FELCN. Por lo tanto, es factible la compra de este equipamiento”.
Asimismo, el canciller boliviano señaló que Irán posee un “notable progreso en ciencia y tecnología, seguridad e industria de defensa a pesar de las sanciones”, y que “es un modelo a seguir para las naciones que buscan su libertad”.
Por su parte, el ministro iraní explicó a BBC Mundo que “las necesidades críticas de Bolivia en materia de defensa de fronteras y de lucha contra el narcotráfico, estableceremos colaboración en equipos y conocimientos especializados”.
Respecto del equipamiento que brindará el régimen de Mahmud Ahmadinejad, corresponde a drones y lanchas para fortalecer el control territorial y fronterizo, combatir el narcotráfico y contrabando, así como la implementación de tecnologías, mientras que se espera incorporar, además, la protección cibernética, nanotecnología y geomática en distintas áreas.
A esto, se suma la contratación de la capacidad iraní para el mantenimiento de helicópteros y aviones, ya que Novillo explicó que la intención del gobierno es reparar, mantener y utilizar su flota aérea, tras detectar 479 vuelos irregulares que trasladarían droga, pero que no fueron interceptados porque hay “puntos ciegos” en las fronteras que no logran detectar los radares, que son de origen francés.
Rechazo exterior
Desde Argentina no están de acuerdo con la actividad boliviana-iraní, debido a que recuerdan que el país del régimen teocrático realizó atentados en contra de la nación trasandina en los años 1992 y 1994, a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) –a 29 años del segundo ataque– en el que murieron 85 personas, de los que 8 eran bolivianos.
Por eso, la advertencia más seria sobre el pacto la hizo la ONG Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), quienes sugirieron al gobierno argentino pedir al régimen de Bolivia que reconsidere la suscripción de este acuerdo con Irán.
El ex canciller argentino, Jorge Faurie, acusó a La Razón que la adquisición de las tecnologías constituye al uso por Irán para actividades de inteligencia, ya que en Bolivia existe la “Escuela Militar Antiimperilista”, la que aún se encuentra en operaciones y cuenta con instructores cubanos, venezolanos e iraníes, consiguiendo, de esta manera, la provisión de armas y entrenamiento militar.
De otra manera lo abordó Andrés Gómez de la Torre, ex director de la Escuela Nacional de Inteligencia de Perú, quien manifestó que este pacto está estrechamente relacionado con la guerra que enfrenta a Rusia con Ucrania, ya que “están trasladando el conflicto internacional, de una manera muy peligrosa, hacia áreas que deberían tener una neutralidad en el conflicto por peso específico, tan corto y tan lejos”, dijo al portal Expreso.
De la Torre, coincidió con el ex ministro argentino y expuso que “SABAHG es el ministerio de la seguridad” y agregó que “es una cartera que se encarga de los temas de inteligencia, tiene además redes y contactos muy fuertes, y filtración en todo el medio oriente: ha financiado a ciertos grupos extremistas, radicales islámicos, y luego –obviamente- ha desarrollado ciertas tecnologías militares (entre ellas, la de drones), y la balística”.
En Chile, Alberto Rojas, director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae, reveló a El Mostrador que la relación bilateral entre los países “despierte preocupación en países vecinos, como Argentina, Chile o Brasil”, ya que la tecnología que se está exportando es “mucho más avanzada”, debido a que un dron de vigilancia podría convertirse en uno de ataque.
Sobre la relación, el diputado Andrés Jouannet, señaló que “no es que Bolivia haya hecho un convenio con Alemania o con Suiza”, puesto que Irán corresponde a “un país que tiene prácticas autoritarias, que no es una democracia y creo que las autoridades del Ejecutivo tienen que poner mucha atención respecto de este acuerdo”.
En tanto, desde el Gobierno de Gabriel Boric, el canciller Alberto van Klaveren manifestó a La Tercera que “hemos recibido la información, pero básicamente de fuentes de prensa, estamos tratando de confirmarla, y en caso necesario solicitaremos más información al igual que lo ha hecho Argentina”, ya que “no tenemos un informe completo sobre esto” y puso paños fríos debido a que, eventualmente, los anuncios informados por autoridades de Teherán no siempre se concretan en el exterior.
Con información de BBC Mundo, La Razón, La Tercera, Infobae, El Deber y El Mostrador.