Las autoridades alertan sobre inundaciones repentinas debido a la llegada de un frente frío, mientras los incendios forestales avanzan en el sureste de Australia.
Los bomberos de Australia trabajan este miércoles para contener varios incendios en la región sureste del país, al paso que las autoridades ahora advierten sobre inundaciones repentinas a medida que las fuertes lluvias apagan las llamas, pero elevan los niveles del agua en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria.
En Nueva Gales del Sur, el estado más poblado de Australia, el fuego ardía sin control esta mañana en la región de Bega Valley, donde las autoridades llegaron a emitir una alerta de evacuación la víspera y han confirmado hoy la destrucción de algunas viviendas, aunque no precisaron el número exacto o ubicación.
De acuerdo con el Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, las llamas se extienden por un área de 5.200 hectáreas y “continúan ardiendo cerca de casas” en las localidades de Cuttagee, Barragga Bay, Murrah, Bunga y Goalen Head.
Debido al estado meteorológico actual, los bomberos alertaron de que “existe un mayor riesgo de caída de árboles y focos de fuego activo”, aunque indicaron que un cambio en las condiciones provocó temperaturas más frías, mayor humedad y algo de lluvia, “lo que ha resultado en un mejoramiento de las condiciones”.
“Los bomberos están trabajando en la zona para frenar la propagación del fuego y establecer líneas de contención”, afirmó el Servicio, al agregar que fueron instalados centros de evacuación para residentes que prefieran abandonar sus casas.
Lluvias torrenciales
Ya en Victoria, el segundo estado con más habitantes del país oceánico, alrededor de 17 mil hectáreas ardían y, según la Oficina Australiana de Meteorología, “actualmente hay varios incendios en el nivel de Advertencia de Emergencia” en la región mientras “que algunas localidades han recibido órdenes de evacuación”.
Sin embargo, menos de 24 horas después de que el fuego consumiera buena parte de la zona, los servicios de emergencia emitieron una alerta para “inundaciones repentinas” debido a la llegada de un fuerte frente frío y lluvias torrenciales.
Si por un lado la lluvia y las temperaturas más bajas tienen el “potencial de extinguir” “muchos de los incendios en curso”, por otro la Oficina Australiana de Meteorología advirtió de los riesgos para “lluvias de moderadas a intensas, tormentas eléctricas aisladas y vientos dañinos en las partes central y oriental del estado”.
Se ha emitido “una advertencia de clima severo por vientos dañinos y fuertes lluvias para partes del centro y este de Victoria”, que podrían provocar “inundaciones importantes”, precisó la Agencia.
Agregó que estas condiciones se intensificarán en las próximas 24 horas y finalmente deberán suavizarse a partir del jueves.
Australia, que sufrió un “verano negro” de 2019-2020, cuando 33 personas perdieron sus vidas por una ola incontrolable de incendios, se enfrentará este año a un clima más seco del habitual debido al El Niño, un fenómeno natural provocado por las corrientes en el océano Pacífico que, agravado por el calentamiento global, podría llevar a devastadores incendios.
Deutsche Welle edición Tus Noticias