El pronunciamiento de los líderes se dio en el marco del Compromiso de Santiago, tras los 50 años del Golpe de Estado.
Este jueves, el presidente de la República, Gabriel Boric, junto a los ex mandatarios Sebastián Piñera, Michelle Bachelet, Ricardo Lagos y Eduardo Frei Ruíz-Tagle firmaron el “Compromiso de Santiago”, mediante el documento “Por la democracia, siempre”.
Dicho compromiso pretende que, tras los 50 años del Golpe de Estado, se vuelva a evitar el “quiebre violento de la democracia en Chile, que le costó la vida, la dignidad y libertad a tantas personas, chilenas y de otros países, queremos, más allá de nuestras legítimas diferencias, comprometernos en conjunto”, durante de dictadura de Augusto Pinochet.
El texto comenzó con la necesidad de “cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho. Queremos preservar y proteger esos principios civilizatorios de las amenazas autoritarias, de la intolerancia y del menosprecio por la opinión del otro”.
Seguido a lo anterior, en el documento se consideró que se busca “enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia, nunca con menos, condenar la violencia y fomentar el diálogo y la solución pacifica de las diferencias, con el bienestar ciudadano en el horizonte”.
El tercer punto que abordó el compromiso tiene relación con “hacer de la defensa y promoción de los derechos humanos un valor compartido por toda nuestras comunidad política y social, sin anteponer ideología alguna a su respeto incondicional”.
El último punto, por su parte, asegura la importancia de “fortalecer los espacios de colaboración entre Estados a través de un multilateralismo maduro y respetuoso de las diferencias, que establezca y persiga los objetivos comunes necesarios para el desarrollo sustentable de nuestras sociedades”.
Con la firma, los mandatarios dejaron constancia de que “nuestro país gozó durante más de 140 años, casi sin interrupción, de una democracia en continua evolución, de un orden constitucional estable y también de respetables y sólidas instituciones republicanas que eran objeto de admiración y prestigio del mundo entero”.
Finalmente, el documento cerró con “cuidemos la memoria, porque es el ancla del futuro democrático que demandan nuestros pueblos”.
Por Sebastián Muñoz Soriano
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