Israel asegura haber eliminado a unos 200 “terroristas” durante su incursión e interrogado a más de 800 sospechosos, entre los que identificó a unos 500 miembros del grupo terrorista palestino Hamás y de Yihad Islámica.
El ejército israelí se retiró este lunes del hospital Al Shifa, en la Franja de Gaza, tras dos semanas de asedio contra el complejo médico más grande del enclave palestino, que quedó completamente destruido y lleno de cadáveres.
“Las fuerzas israelíes completaron sus actividades operativas precisas entorno al hospital Al Shifa y abandonaron el área del hospital”, confirmó un comunicado castrense.
Durante sus operaciones en el hospital, Israel asegura haber eliminado a unos 200 “terroristas” e interrogado a más de 800 sospechosos, entre los que identificó a unos 500 miembros del grupo terrorista palestino Hamás y de Yihad Islámica, incluidos altos cargos.
“Las tropas mataron a terroristas en combates cuerpo a cuerpo y localizaron numerosas armas y documentos de inteligencia dentro del hospital”, detallaron en el comunicado.
Para Israel esta es una de las operaciones más “exitosas” que ha llevado a cabo desde el inicio del conflicto el pasado 7 de octubre. Esta es su cuarta incursión contra uno de los pocos hospitales parcialmente operativos en el norte del enclave, que Israel justificó tras recibir información de su inteligencia sobre la presencia de milicianos dentro del complejo.
Fuentes palestinas señalan que la retirada de las tropas se llevó a cabo entre intenso fuego aéreo y de francotiradores, además de dar cuenta de una profunda destrucción en toda la zona de Al Shifa, donde varios de sus edificios fueron incendiados durante la operación israelí.
Israel insiste en que sus operaciones militares no fueron dirigidas contra “pacientes, personal de salud ni equipos médicos”, aunque Hamás aseguró este sábado que la incursión dejó al menos 400 muertos en toda la zona.