Excomandante Izurieta reconoció que se destinó una “cantidad importante” de gastos reservados para el cuidado del dictador.
Ya casi no sorprende. La investigación por malversación de caudales públicos y el uso de gastos reservados en el Ejército – a cargo de la ministra en visita Romy Rutherford- arrojó nuevos antecedentes que vinculan estos ilícitos con la familia del dictador Augusto Pinochet Ugarte.
En el proceso, el ex comandante en jefe del Ejército, Óscar Izurieta, reconoció que se destinaron millonarios recursos de gastos reservados a costear actividades ajenas a la institución, incluyendo una petición de la familia Pinochet.
“Gastaba mucha plata, porque era una persona que mucha gente hubiese querido que muriera antes de su muerte natural”, aseguró Izurieta en el proceso.
Según detalló, el dinero era utilizado para tener a disposición del dictador médicos, enfermeros, escoltas y personal de servicio durante el periodo que permaneció enfermo.
En la investigación, también se pudo establecer que se destinaron gastos para el pago de placas, arreglos y trabajos para el funeral de Pinochet, según consta en la declaración del exsecretario general del Ejército Andrés Avendaño.
Según detalla la información obtenida por La Tercera PM, Izurieta explicó que recibía entre 70 y 72 millones en gastos reservados en un sobre con dinero en efectivo, mientras que él solicitaba seis millones de pesos más. Este dinero nunca se depositó en una cuenta corriente o en una tarjeta de crédito.
Parte de esos dineros era utilizado, según Izurieta, para actividades con periodistas y columnistas a fin de mantener buenas relaciones con los medios de comunicación.