En el contexto actual, es crucial prestar atención ante los primeros síntomas de la gripe, ya que el frío y el viento ponen nuestros oídos bajo un estrés constante y basta solo un descuido para terminar con un problema más grave en nuestra audición.
El alza en los casos de influenza, virus sincicial y otras enfermedades respiratorias registradas durante estos meses se han convertido en una de las mayores preocupaciones para los chilenos.
Lo anterior no solo debe mantenernos en alerta para mantener nuestra nariz y garganta libres de infecciones, sino que también debemos cuidar la salud de nuestros oídos. Y es que cualquier virus o infección que impacta el tracto respiratorio y que no es cuidado de manera correcta, puede tener un impacto significativo en nuestra audición, decantando en cuadros de otitis o daños más severos.
Gloria Sanguinetti, fonoaudióloga GAES Chile, comenta que es muy común que las personas no asocien los resfriados con problemas de audición, pero es muy importante ser consciente de esta conexión. “Durante un resfriado, la trompa de Eustaquio puede bloquearse debido a la acumulación de mucosidad, lo que puede provocar una disminución temporal de la audición. En algunos casos, esto puede incluso llevar a una infección del oído medio, conocida como otitis media, que también afecta la capacidad auditiva”.
Además, la especialista comenta que los adultos de edad avanzada tienen un sistema inmunológico especialmente sensible a las agresiones externas, lo que les hace más susceptibles a padecer problemas auditivos durante esta época. En el caso de los menores, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 70% de los niños entre 0 y 7 años sufrirá de otitis una o más veces durante su infancia: “Suele ser la causa más común entre los menores y la principal razón de consulta médica en invierno. La otitis no solo provoca dolor y malestar, sino que también puede afectar el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje si no se trata adecuadamente”.
Los principales síntomas de esta infección son dolor y secreción en el oído, congestión y fiebre, además de problemas para dormir y pérdida de apetito. “Muchas veces a estos malestares no se les da el cuidado que requieren, con el riesgo de que el impacto en la audición se pueda volver crónico. Sin embargo, si la infección se trata y desaparece, en la mayoría de los casos, la audición no se ve afectada o vuelve a la normalidad”, advierte la fonoaudióloga de GAES Chile.
Por ello, tomar medidas adecuadas durante el invierno es fundamental. “Además, los chequeos preventivos son clave, o bien, acudir a un especialista en caso que las infecciones persistan”, señala Sanguinetti.
Para prevenir que un resfriado afecte nuestra audición, GAES entrega 5 consejos prácticos para proteger nuestros oídos durante esta temporada:
- Mantén una buena higiene nasal: Utiliza solución salina para mantener tus fosas nasales limpias y descongestionadas. Esto ayudará a reducir la presión en las trompas de Eustaquio y prevenir la acumulación de fluidos.
- Hidratación constante: Beber suficiente agua es crucial para mantener las mucosas hidratadas y permitir que el cuerpo elimine las infecciones más eficazmente.
- Evita los cambios bruscos de temperatura: Los cambios repentinos de temperatura pueden afectar la presión en el oído medio. Trata de mantener una temperatura ambiente constante y protege tus oídos del frío extremo con gorros y orejeras.
- Consulta a un profesional: Si experimentas dolor de oído o sensación de oído tapado que no mejora, es importante consultar a un otorrinolaringólogo. La intervención temprana puede prevenir complicaciones mayores.
- Cuida tu sistema inmunológico: Mantén una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales, y asegúrate de descansar lo suficiente. Un sistema inmunológico fuerte es tu mejor defensa contra las infecciones respiratorias.
La prevención y el tratamiento adecuado son clave para mantener la salud auditiva durante el invierno. Adoptar medidas como proteger los oídos del frío, mantener una buena higiene nasal y consultar a un especialista ante los primeros signos de problemas auditivos puede marcar la diferencia entre una temporada invernal saludable y una llena de complicaciones.