Luego de una crisis interna de los Conservadores, la máxima autoridad inglesa renunció, durando sólo 45 días en el cargo.
Todo un récord. La ahora ex primera ministra de Inglaterra, Liz Truss se convirtió en la primera ministra que menos tiempo ha durado en el cargo, destronando a George Canning quien estuvo 119 días al mando del gobierno británico hasta su muerte en 1827.
El fuego amigo se hizo cada vez más intenso contra Truss. Parlamentarios conservadores venían advirtiendo sobre una eventual renuncia de la primera ministra.
Como Simon Hoare, un destacado diputado del partido conservador liderado por Truss, quien aseguró la mañana de este jueves que la primera ministra tenía “12 horas” para salvar su trabajo. O Crispin Blunt, otro parlamentario conservador, que calificó la posición de la primera ministra como “totalmente insostenible”
La situación se hizo insostenible luego de que Truss despidiera a su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, tras cambiar de opinión sobre un polémico programa económico que causó tumulto en los mercados financieros e hizo que la libra esterlina se hundiera a un mínimo de 37 años frente al dólar.
Para colmo, el miércoles su ministra del Interior renunció el miércoles por incumplir el código ministerial al enviar un documento oficial desde su correo personal.
La tormenta perfecta para Truss, quien está mañana anunció su decisión desde la emblemática puerta en el número 10 de Downing Street.
“No puedo cumplir el mandato por el que fui elegida por el Partido Conservador. Esto asegurará que permanezcamos en el camino para cumplir con nuestros planes fiscales y mantener la estabilidad económica y la seguridad nacional de nuestro país”, aseguró Truss.
Según la legislación del país, la votación para un nuevo líder de Gobierno debe ser convocada dentro del partido político gobernante, como ocurrió para nombrar a la sucesora de Johnson.
Sin embargo, la oposición pide elecciones generales, con la posibilidad de que el liderazgo recaiga en otro partido.