El líder del Partido de los Trabajadores juró en una ceremonia marcada por la ausencia del ex mandatario Jair Bolsonaro.
El Presidente Gabriel Boric viajó muy temprano este 1 de enero rumbo a Brasil para participar, junto a autoridades de todo el mundo, en el juramento de quien asume por tercera vez las riendas de ese país: Luiz Inácio Lula da Silva.
En una ceremonia que estuvo marcada por la ausencia del ex mandatario Jair Bolsonaro, quien viajó a Estados Unidos y de paso rompió una tradición, ya que es la primera vez en 37 años – desde el retorno de la democracia en Brasil- que un mandatario saliente no entrega la banda presidencial a su sucesor.
Es por esto que de modo simbólico, la entrega del poder la realizaron representantes de la sociedad civil, asegurando que fue el pueblo de Brasil el que entrega el este mandato al nuevo Presidente .
En su discurso, Lula aseguró que recibe un país devastado en muchos aspectos, por lo que se comprometió a reconstruir Brasil.
“Desarmaron la educación, dilapidaron las estatales. Es sobre estas ruinas que asumo el compromiso de reconstruir el país(…) La misión de mi vida se cumpliría cuando cada brasileño y brasileña pudiera comer tres comidas al día. Tener que reiterar mi compromiso hoy, ante el aumento de la pobreza y el regreso del hambre, que habíamos superado, es el mayor síntoma de la devastación que ha impuesto al país en los últimos años”, aseguró.
Fueron cientos de miles las personas que participaron en esta ceremonia que contó con fuertes medidas de seguridad ante el temor de atentados y protestas de los partidarios de Bolsonaro, en un Brasil que llega a este 2023 con una importante división social.