El plan impulsado por Australia busca contrarrestar la creciente influencia de China en la seguridad de la zona.
Los países insulares del Pacífico respaldaron este miércoles un plan financiado por Australia para mejorar la formación policial y crear una unidad regional, mientras Camberra busca reducir los pactos de seguridad que China mantiene con algunas naciones de la zona.
La iniciativa, con un presupuesto de unos 400 millones de dólares (más de 358 millones de euros) aportados por Australia durante los próximos cinco años, tiene como objetivo reforzar la capacidad de las naciones del Pacífico para fortalecer la “seguridad interna y apoyarse mutuamente en tiempos de necesidad”.
“Esta iniciativa es una continuación de la histórica cooperación de la policía de los países del Pacífico para mantener la paz y seguridad regional y apoyarse mutuamente en tiempos de necesidad”, declaró el primer ministro australiano, Anthony Albanese, quien participa este miércoles en Tonga en la reunión de líderes políticos del Foro de las Islas del Pacífico (PIF).
Respaldada de forma unánime durante el encuentro del PIF, con recelos de algunos países cercanos a Pekín, la iniciativa establecerá en el Pacífico hasta cuatro centros regionales para formación policial y un centro de coordinación en la ciudad australiana de Brisbane, apunta el comunicado de Camberra.
El programa también creará una fuerza policial multinacional que puede desplegarse en los países de la región en caso de “grandes acontecimientos o momentos de crisis”.
“Esto demuestra que los líderes del Pacífico trabajan juntos para moldear el futuro que queremos”, dijo Albanese.
El Foro de las Islas del Pacífico está formado por Australia, Fiyi, Islas Cook, Nueva Caledonia, la Polinesia Francesa, Micronesia, Nauru, Nueva Zelanda, Niue, Palau, Papúa Nueva Guinea, Islas Marshall, Samoa, Islas Salomón, Tonga, Tuvalu y Vanuatu, mientras que Kiribati anunció su salida del organismo.
Australia ha ejercido históricamente de aliado predilecto de seguridad en la región, liderando misiones de paz en países como Islas Salomón o entrenando a agentes en Nauru, Fiyi o Papúa Nueva Guinea.
Islas Salomón critica el plan aprobado
Pero en los últimos años, Pekín intenta expandir su influencia en esta región con formaciones para cuerpos policiales de países con pocos recursos a quienes también suministra vehículos de fabricación china.
Por ejemplo, mantiene un pequeño contingente policial en Islas Salomón, cuyos representantes en la cumbre de Tonga criticaron el plan aprobado como “una doctrina de seguridad geoestratégica” para arrinconar a China y aseguraron que lo revisarán antes de darle luz verde.
Semanas antes de la reunión en Tonga, los líderes de Fiyi, Vanuatu e Islas Salomón viajaron a Pekín, donde destacaron su cooperación con China y la capacidad del gigante asiático de aportar asistencia para el desarrollo y sus objetivos de seguridad.
Camberra se ha mostrado crítico con los pactos de seguridad entre Pekín y sus vecinos insulares del Pacífico y ha remarcado que los policías chinos no deberían tener “ningún papel” en la seguridad de las naciones del Pacífico.