Colo-Colo no pudo ni supo ganar a Deportivo Pereira. Quedo fuera de la Copa Libertadores y gracias a la goleada de Boca Juniors sobre Monagas remató en el tercer lugar y dejo a los “albos” en la Copa Sudamericana.
No le quedaba otra a Colo-Colo. Atacar desde un inicio, pero sin regalar su última línea. Así lo entendió el “Cacique”. A los ocho minutos Agustín Bouzat tuvo el primer toque de alerta, entró sólo y definió cruzado, aunque luego le sancionaron posición de adelanto. Con posterioridad Deportivo Pereira se reordenó, achicó los espacios y no dejó libertad a los albos. Por lo que se debió buscar la acción individual desde varios metros antes del ingreso al área. Así lo hizo Damián Pizarro a los 16’ que se sacó a un rival y probó con un potente tiro que Aldair Quintana manoteó. Acto seguido Jeyson Rojas también disparó de unos 25 metros y el golero colombiano mandó al córner. Pero no lo vio así el árbitro Wilton Sampaio que ordenó saque de fondo.
A los 28’ llegó la primera opción de un tiro libre con un grado de peligrosidad, del que se encargó Carlos Palacios, y una vez más Quintana, gracias a su buena ubicación y sin exigirse en demasía pudo contener. A esas alturas Colo-Colo llegaba con intermitencia, no tenía la cancha volcada a su favor, pero tampoco sufría la valla Fernando De Paul.
Los siguientes minutos transitaron por la falta de claridad para superar el cerco del Deportivo Pereira, por lo mismo un pase en profundidad lo aprovechó Damián Pizarro, metiendo el cuerpo y ganando línea de fondo para ceder a Esteban Pavez que una vez más encontró la oposición de Quintana. Y así como el golero visitante se erigía en bastión, sobre el cierre del primer tiempo Kener Valencia sacó un remate potente desde fuera del área que tuvo una reacción extrema del Tuto De Paul que evitó irse al descanso en desventaja, y que hubiera significado un mazazo sicológico para los “albos”.
La segunda fracción no tuvo variantes en el desarrollo de juego. Colo-Colo tuvo un par de remates antes de los cinco minutos, pero desmedidos y que no dieron con la portería. Y el que mejor lo ejemplifica es Damián Pizarro. A los ocho un centro fue pivoteado por César Fuentes y dejó solo al centrodelantero que la empalmó y tiro muy arriba cuando el gol parecía la ruta lógica de la jugada. Un desperdició que llevó al lamento de la banca encabezada por Gustavo Quinteros.
El nerviosismo que comenzaba a ganar terreno casi se convierte en lamento a los diez, cuando por la izquierda el Deportivo Pereira no tuvo oposición y Juan Pablo Zuluaga mandaba la pelota al fondo de la red, pero Angelo Rodríguez estaba adelantado, interfirió en la jugada y se invalido la conquista.
Un balón detenido nuevamente le dio una chance de gol a Colo-Colo. Menos de 20 metros frente a la portería colombiana. Palacios lo tira a la barrera, pero inmediatamente Leonardo Gil capturó el rebote, que Quinta con su pie izquierdo ahogo el festejo del “Cacique”.
El ingreso de Darío Lezcano le permitió tener dos hombres como referentes en el área a Colo-Colo. A los 34’ Bouzat centró, Pizarro ganó sin dificultad y pivoteó, y cuando Gil ingresaba solo para anotar desde atrás, no lo vio Lezcano, tocó el balón y se malogró una nueva oportunidad de gol. Y que fue la última, porque pese a tener dos referentes de área el juego se demoraba mucho, se lateralizaba y los centros no buscaban con precisión el juego aéreo. El cero a cero selló una vez más el destino futbolístico de un equipo cuyo plantel careció del peso internacional necesario para quedarse con un grupo de equipos muy discretos, donde Boca Juniors pese a su mal momento gano sin problemas, cerrando du participación con una goleada 4-0 sobre Monagas y dejando a Colo-Colo como premio de consuelo la Sudamericana.